El sentimiento de soledad en el microempresario

CARTA DEL PRESIDENTE
Dpto. Comunicación SECOT

Dentro de las actividades que realiza SECOT y enmarcada en el asesoramiento a emprendedores y microempresas, hay una vertiente que va intrínsecamente unida a la condición del  Senior, que es la de mentoring. En SECOT entendemos que el mentoring es la relación de continuidad entre dos personas: el Senior y el microempresario. El primero actúa desde su  experiencia y generosidad, con la firme voluntad de compartir de modo altruista su tiempo con el segundo, estableciéndose una relación de confianza basada en la confidencialidad y el respeto.

El mentor existe desde los inicios de la civilización.  Méntor era el amigo íntimo de Ulises, en la Odisea de Homero. Antes de partir para Troya, Ulises pidió a Méntor que se encargara de preparar a su joven hijo Telémaco para sucederle como rey de Itaca.  Méntor tuvo que ejercer de padre, maestro, modelo, consejero asequible y fiable, inspirador y estimulador de retos de modo que Telémaco se convirtiera en un rey sabio, bueno y prudente.

El sentimiento común a todo aquel que se enfrenta a una nueva etapa además del miedo al abismo, es el de la soledad. La soledad  acompaña en la fase de concepción de la idea al emprendedor y le sigue acompañando en todo el proceso de creación. La autodisciplina, la capacidad de asumir riesgos, de tomar decisiones, de aprender de los propios errores, la tenacidad y la pasión son cualidades que desarrollan los emprendedores unidas siempre al sentimiento de soledad. Las nuevas tecnologías y las redes sociales son útiles y necesarias, pero nunca sustituibles por la mirada, en nuestro caso serena, del Senior.

El Senior de SECOT, como el amigo de Ulises, se compromete personalmente en el proceso de mentoring realizando un traje a medida de su proyecto mentorizado. En ese proceso de descubrimiento personal el tiempo del Senior  es el factor diferencial. No sólo por ser casi ilimitado sino por ser un tiempo de calidad, de escucha activa y de implicación emociona, de acompañamiento en esa soledad en que uno se enfrenta a tantas decisiones cada mañana.

Gracias a los Seniors de SECOT por sus largas horas de escucha y a nuestros Socios, sin cuya contribución no hubiera sido posible asesorar a más de 2.500 asesorados en el último año.